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El cambio social y medioambiental nos afecta de forma conjunta a toda la ciudadanía. Es una realidad la crisis que vivimos alrededor de este tema. En el colegio Pedro Poveda de Guadix, han querido concienciar a los alumnos y alumnas de 5º de primaria.

Para ello, han participado en un taller “Huerto escolar y compostaje” organizado por el colegio y por la empresa azimut.Sur  que proporcionan el compostaje. En este, se determina una nueva visión integradora, transformadora y universal que ha de tener la educación para poder alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Hablamos con Samuel Pérez, profesor encargado del taller:

 

¿Cómo surge la idea?

A partir de una empresa de Guadix llamada azimut. Sur sale la iniciativa de llevar el compostaje a los colegios, como nuestro centro ya disponía de huerto escolar se llevó a cabo un protocolo para que todas las familias se involucraran en el proceso de compostaje con la ayuda de los residuos orgánicos que se generan en las casas.

 

 ¿En qué consiste el proyecto?

Esta actividad es un experimento científico preparado para alumnado de 3er ciclo de primaria. Consiste en recrear un microcosmos agrario en parcelas de experimentación con el objetivo de  estudiar los efectos que tiene el compost sobre las propiedades del suelo y el crecimiento de las plantas. El compost será obtenido a partir de restos orgánicos que genera la propia actividad diaria.

 

 ¿Cuál es el objetivo principal?

Por lo tanto, el principal objetivo de este trabajo es introducir a los niños/as en un nuevo espacio de aprendizaje, como es el huerto escolar, creando espacios tanto dentro del aula como en una de las instalaciones proporcionadas por el centro escolar para dicho proyecto, donde acerquemos a los alumnos/as hacia la naturaleza y de esta manera fomentemos el cuidado hacia el medio ambiente, enseñándoles conocimientos nuevos y desconocidos para ellos.

 

¿Cómo responden los niños y niñas ante este tipo de causas?

Los niños encantados de ver cómo crece y se va desarrollando su propio huerto escolar, dándole la participación a cada uno de ellos. Están sorprendidos y disfrutan aprendiendo, haciendo.

 

 ¿Hace mella en ellos estas propuestas?

El niño y la niña simplemente adoran estar en el huerto, la convivencia entre amigos se torna más placentera y el niño que se percibe con dificultades sociales las adquiere o renueva.

Hay muchas reacciones diferentes dentro de los niños: el que se impacienta por ya hacer algo de mantenimiento en el huerto, la que siempre viene por cosechas, los que se sorprenden de la actividad, el grupo de niñas bien que se llenan las manos de tierra… Siempre hay algo que aprender en un huerto y siempre salen gratificados esperando pasar más tiempo en él.

 

¿Tenéis pensado más iniciativas?

Sí, en este trimestre se va a llevar a cabo material reciclado para hacer tiestos. En esta segunda iniciativa queremos hacer participes a los padres y madres de nuestros alumnos y alumnas.

 

¿Cómo es de importante inculcar a los niños valores en materia medioambiental?

Además de la iniciativa desde Europa de poner en práctica las ODS en todo el entorno educativo, es imprescindible darse cuenta de que el cambio climático es una acción que está ocurriendo y por eso la necesidad de enseñar e inculcar valores medioambientales a nuestros menores para que consigamos entre todos un mundo mejor.