En una sociedad tan globalizada como la actual, es fundamental enseñar a los niños sobre otras culturas y costumbres. La diversidad cultural se ha convertido en una característica intrínseca de nuestras sociedades, por lo que comprender y apreciar las diferencias se ha vuelto imprescindible. Al mostrar a los niños diferentes tradiciones, idiomas y formas de vida, les brindamos la oportunidad de desarrollar una mentalidad abierta, respetuosa e inclusiva. Aprender sobre otras culturas fomenta la empatía y la tolerancia, promoviendo así una convivencia pacífica y armoniosa en el mundo globalizado en el que vivimos.
Además, al conocer diferentes perspectivas y enfoques, los niños adquieren habilidades de pensamiento crítico, creatividad y adaptabilidad, cualidades esenciales para enfrentar los desafíos y oportunidades del futuro. Enseñar a los niños sobre otras culturas no solo enriquece su conocimiento, sino que también les permite forjar conexiones más profundas con su entorno, promoviendo la apreciación de la diversidad como un valor fundamental en la sociedad del siglo XXI.
Al hilo de esto, el Colegio Santa María la Nueva y San José Artesano ha llevado a cabo una emocionante aventura que ha permitido a sus alumnos "dar la vuelta al mundo" desde las aulas.Conversamos con Patricia Rodríguez, profesora encargada de esta estimulante asignatura, que nos cuenta cómo surgió este proyecto en el curso de 3º de infantil.
Gracias al libro "La vuelta al mundo" de la Editorial EDELVIVES, combinado con las ideas de las dedicadas tutoras del curso, se ha creado una experiencia enriquecedora y divertida para los niños. Patricia explica que comenzaron planteándoles preguntas sobre los diferentes continentes, como los animales, las banderas y las costumbres. Cada niño escogió un destino distinto y crearon un libro viajero donde recopilaban información sobre su lugar elegido. Luego, llevaban el libro a casa, investigaban y lo compartían con el resto de los compañeros.
Las profesoras se convirtieron en viajeras, llevando consigo una mochila llena de objetos simbólicos como una brújula, unos prismáticos, una cámara de fotos y libros inspiradores. Además, tenían a Felpa, una osita especial que pertenece a un libro de la mascota de la biblioteca llamada Picky. Felpa es una osita que nadie quería y fue encontrada por un niño que la arregló, le puso parches y le dio mucho amor.
Diferentes culturas
Este colegio acoge a alumnos de diferentes nacionalidades, lo que les dio la idea de invitar a familiares de los niños a compartir aspectos interesantes sobre sus culturasen sesiones de 20 minutos. De esta manerauna madre africana visitó una clase para realizar un baile tradicional, mostró trajes típicos y respondió preguntas. En otra clase, una madre iraní llevó té, una tetera, música típica e incluso enseñó a decir "te quiero" en su idioma. También hubo una madre rumana que compartió bailes, trajes tradicionales que guardaba desde su infancia, y deliciosos pasteles y cerámica, así como huevos de Pascua pintados. Además, padres de la República Dominicana expusieron una presentación de diapositivas mostrando su país de origen, incluyendo dónde vivían, la bandera, los trajes típicos y contando su historia antes de llegar a España. También llevaron comida típica para compartir. Una prima de la mamá de una niña que vive en Gales también visitó el colegio para hablar sobre la cultura de allí “enseñando muchas fotos, hicimos juegos con ellas en inglés y fomentamos también el idioma”. Por último, una madre y un abuelo de Colombia compartieron información sobre la cultura colombiana y sus características más especiales.
“Sumado a todo esto, realizamos un taller final juntando a todos los alumnos y alumnas de las tres clases de infantil donde realizaron un tipi, un origami y finalizamos con bailes típicos como una cumbia o un vals”, nos explica Patricia, y destaca que el fin de este proyecto es enseñar a los peques a que “las diferencias nos hacen grandes”.
El Colegio Santa María la Nueva y San José Artesano ha demostrado que la enseñanza de otras culturas y costumbres es una experiencia enriquecedora y esencial para los niños en la sociedad globalizada en la que vivimos. Estas actividades han permitido a los alumnos desarrollar una mentalidad abierta y respetuosa, fomentando la empatía y la tolerancia hacia las diferencias. A través del conocimiento y la apreciación de otras culturas, los niños han adquirido habilidades de pensamiento crítico, creatividad y adaptabilidad que serán valiosas en su futuro. Bravo a los profesores y a los padres que han participado en este proyecto, mostrando a los niños la importancia de la diversidad y promoviendo la valoración de las diferencias como un pilar fundamental en nuestra sociedad global.
