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El sueño es una función biológica aparentemente simple, pero la realidad es que juega un papel crítico en la vida de los estudiantes, en especial durante la niñez y la adolescencia. Según Miguel Ángel, experimentado psicopedagogo del Colegio Bética Mudarra, el sueño es el proceso en el que el cerebro se desconecta temporalmente del mundo exterior para descansar y recargarse, y este proceso es vital para un rendimiento escolar óptimo.

El psicopedagogo destaca la importancia fundamental del sueño en el desarrollo académico. Señala que desempeña un papel crucial en el refresco del cerebro, permitiendo que esté en su mejor forma durante el día. En las etapas más tempranas de la vida, este respiro es especialmente vital para el buen desempeño escolar.

Miguel Ángel advierte que la falta de sueño y descanso afecta negativamente, ya que puede disminuir los tiempos de reacción, la capacidad de asimilación de conceptos y la velocidad de comprensión. Los niños y niñas que no descansan lo suficiente pueden parecer atentos en clase, pero en realidad su mente está desconectada o divagando, lo que dificulta su capacidad para absorber nuevos conocimientos y construir ideas.

Además, sugiere que las metodologías de enseñanza que involucran la activación sensorial del alumno/a, haciéndolo partícipe de su propio aprendizaje, son especialmente eficaces para contrarrestar este problema. En lugar de depender exclusivamente de clases magistrales, este tipo de metodologías se enfocan en estrategias que mantienen al estudiante activo y comprometido en su proceso educativo.

A su vez, Miguel Ángel hace hincapié en que la proliferación de dispositivos tecnológicos y redes sociales accesibles las 24 horas del día ha llevado a que el tiempo de sueño se vuelva opcional en la vida de niños y adolescentes. Este hábito perjudicial ha contribuido a la disminución de la duración del periodo de descanso en estas edades, lo que afecta negativamente al rendimiento académico.

En resumen, el psicopedagogo destaca la necesidad de abordar la importancia del sueño y promover estrategias educativas que mantengan a los estudiantes comprometidos en su formación, incluso en un entorno de distracciones tecnológicas constantes. También es responsabilidad de los padres o tutores legales el promover la importancia del sueño, y adoptar medidas para garantizar que los niños y adolescentes puedan descansar adecuadamente para alcanzar su máximo potencial académico.

Priorizar el reposo es invertir en un futuro académico más brillante y saludable para nuestros jóvenes.