Después de subir y mirar, llega el momento de bajar. Pero no bajamos de cualquier manera. Como en un tobogán, bajamos con rapidez, sin titubeos, con la urgencia de quienes han experimentado un encuentro transformador.
En nuestra vida diaria, es común encontrarnos tan inmersos en las rutinas que a veces olvidamos observar el panorama completo. Como expresa la conocida frase “los árboles no nos dejan ver el bosque”, hay momentos en los que es necesario tomar distancia para ver las cosas desde una nueva perspectiva.
El inicio de la etapa escolar es uno de los momentos más delicados para los más pequeños y sus familias. El primer día de colegio puede ser un cúmulo de emociones: entusiasmo, nervios, y en muchos casos, lágrimas.
En un mundo donde todo sucede a gran velocidad, detenernos a mirar realmente lo que nos rodea puede parecer un lujo. Estamos acostumbrados a ver, pero no siempre a observar. ¿Cuántas veces estamos en un lugar hermoso y no prestamos verdadera atención a lo que ocurre a nuestro alrededor?